


Este tipo de tratamiento se utiliza comúnmente para tratar afecciones que afectan a las articulaciones, como la osteoartritis, la artritis reumatoide, la bursitis y la tendinitis.
Al inyectar la sustancia en la articulación afectada, se puede reducir la inflamación y el dolor en la zona, lo que puede permitir una mayor movilidad y una reducción en el uso de medicamentos para el dolor.
Las infiltraciones articulares pueden ser una opción de tratamiento efectiva para muchas personas, pero es importante tener en cuenta que no todas las afecciones articulares se benefician de este tratamiento. Además, como cualquier procedimiento médico, las infiltraciones articulares pueden tener riesgos y efectos secundarios, por lo que es importante hablar con un profesional médico antes de decidir si este tratamiento es adecuado para usted.