La estimulación temprana se basa en la idea de que los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo del cerebro y que la estimulación adecuada puede ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial en el futuro. Las actividades pueden incluir juegos, canciones, ejercicios y otras técnicas que promuevan el desarrollo de habilidades motoras, cognitivas y emocionales.
También puede ayudar a los padres a establecer una conexión afectiva y emocional más fuerte con sus hijos, lo que puede tener un impacto positivo en su desarrollo emocional y social.
La estimulación temprana puede ser realizada por los padres en el hogar, o por profesionales especializados en el desarrollo infantil. Las técnicas y actividades utilizadas se adaptan a las necesidades individuales de cada niño, basadas en su edad y desarrollo.
Es importante destacar que la estimulación temprana no es un sustituto de la atención médica y los controles de salud regulares, sino que es un complemento que puede ayudar a promover el desarrollo saludable y óptimo de los niños pequeños.